Mohiniyattam, un estilo en el que abundan los bellos y líricos movimientos Y que a la vez requiere de una gran fuerza y resistencia para lograr su propósito. Su presentación conlleva un profundo impacto que envuelve al espectador en un aura de gracia, encanto y lirismo, a la par que de una vivacidad contundente.
La bailarina de Mohiniyattam en lugar de sumergir su personalidad en la supremacía de devoción que impregnan los otros estilos de Danza India, proyecta con eficacia digna de mención, la cualidad encantadora de Mohini, que ha llegado para encantar.
Sin embargo, toda su concentración interna se centra en el «loto», el alma de su forma de bailar (la parte baja de la espalda que une el torso superior e inferior), lo que la motiva hacia el logro de su meta.
Practicado y realizado en su forma y espíritu correctos, Mohiniyattam es el yoga de primer orden, enfocando la concentración de la mente en la zona del Loto y al mismo tiempo prestando el cuerpo y las extremidades libres, para interpretar no sólo el laya (ritmo) de los tambores, pero también la vida misma. La Mohini lanza una red de sus mayas (ilusiones) y envuelve al público, pero no para atraer, sino para encantar.